La educación y la docencia son uno de los ámbitos más dinámicos del conocimiento, y están en constante evolución. A menudo surgen nuevas teorías o métodos que muchas escuelas y centros educativos deciden implantar en sus clases, al menos durante un tiempo limitado.
Uno de los ejemplos de modelos educativos más de moda en la actualidad, especialmente en aquellos centros que cuentan con pocos alumnos por clave, es el aprendizaje por proyectos. En este modelo, las clases y asignaturas convencionales (centradas en una única materia, como las matemáticas o la literatura) son sustituidas parcial o totalmente por proyectos educativos. Estos proyectos implican una integración no sólo del contenido de varias asignaturas, sino también de habilidades personales importantes en el desarrollo de los alumnos, como la comunicación verbal o el trabajo en equipo.
Los alumnos suelen ver su aprendizaje potenciado por el hecho de advertir la utilidad real de lo que aprenden, y esto convierte la experiencia en algo más placentero y entretenido que una clase convencional. Es necesario, sin embargo, un ratio alumnos – profesor reducido, para poder guiar a los alumnos en todo momento sin dejar que se dispersen durante el trabajo.