La profesión de maestro es una de las más antiguas y completas de la historia de la humanidad. Enseñar y transmitir conocimiento es algo intrínseco del hombre y necesario para garantizar la supervivencia de nuestra especie, y todos lo hacemos constantemente desde que nacemos hasta que morimos. Sin embargo, son unos pocos los que deciden hacer de la educación su forma de vida, y se convierten en maestros y pedagogos. En nuestro país, llegar a ser maestro no es tarea fácil, pero sin duda se trata de una de las profesiones más gratificantes.
El largo recorrido empieza en la educación secundaria. En España, toda persona que quiera recibir educación superior debe haber completado el graduado escolar, a día de hoy conocido como título de ESO (Educación Secundaria Obligatoria). Esto puede hacerse dentro del marco de la enseñanza obligatoria que reciben todos los jóvenes hasta los 16 años o a través de un curso para adultos en busca del graduado escolar, en el que los conocimientos y funcionamiento de las aulas se adaptan a las necesidades de los adultos.
Posteriormente, hay que obtener el paso a la educación universitaria. Esto puede hacerse por dos vías. La más corta y directa es el bachillerato, que consta de un total de dos años a día de hoy y está especializado en ciencias sociales, científicas, tecnológicas, artísticas o humanísticas, dependiendo del itinerario y asignaturas elegidas. Esta vía conduce a realizar las pruebas de acceso a la universidad al finalizar el bachillerato, y en función de la nota obtenida durante estos dos años y durante el examen (conocido popularmente como “selectividad”) elegir plaza en una universidad que ofrezca la carrera de magisterio.
La alternativa consiste en realizar un curso de formación profesional de grado medio, otro de grado superior, y posteriormente entrar en la universidad de forma similar a la ya descrita. O en su defecto, realizar un curso puente para acceder directamente a un grado de formación profesional superior, y posteriormente en la universidad. Estos grados de formación profesional pueden ser un excelente punto de partida para empezar a formarse en el mundo de la docencia y la pedagogía, y es importante que sirvan de apoyo a aquellos que posteriormente aspiren a hacer carrera en el mundo de la educación.
Finalmente, llega el momento de elegir carrera. En España existen muchas universidades, y gran parte de ellas ofrecen el grado de magisterio o equivalentes. A día de hoy, en función del grupo de edad al cual se pretenda dar clase, existen diferentes carreras ligeramente diferentes entre sí, por lo que es importante informarse antes de elegir.
Finalmente, hay que recordar que tras obtener el título universitario es importante seguir formándose, ya sea a través de maestrías o de cursos de reciclaje para el profesorado, ampliamente disponibles.